¿Qué se viene a la mente cuando oímos hablar de la isla de Lanzarote? Quizás ¿clima suave, playas inmensas, ambiente vacacional? Pocos asociarían este lugar con la viticultura, y aún menos serían capaces de imaginar el heroico proceso de plantación del viñedo en esta parte del globo. Lanzarote pertenece al grupo de las Islas Canarias, situadas en el océano Atlántico, justo en el punto estratégico entre Europa, África y América. El archipiélago se convirtió rápidamente en un centro neurálgico para el comercio desde el siglo XV, cuando el vino era uno de los productos más importantes y conocidos. Sin embargo, los fuertes vientos, los suelos duros para sembrar y la proximidad de los volcanes cercanos podrían haber echo imposible la producción de vino en la zona, es gracias a los primeros viticultores del pasado y su actitud trabajadora y soluciones innovadoras las que permitieron el asentamiento de la viticultura en este paisaje.
Lo que hace único a Lanzarote:
Lanzarote, geológicamente extrema, es sinónimo de volcanes, campos de lava y rocas de formas singulares. Acercarme a los viñedos me da la sensación de acercarme a otro planeta, ¡y no menos! El camino discurre entre miles de conos, cada uno de los cuales parece un pequeño cráter de 2-3 metros de diámetro, protegido además por el muro circular de piedra y creado únicamente para una vid plantada en el centro. Esta forma única de cultivar la vid se creó para protegerla de los vientos alisios increíblemente fuertes.
Imágenes por Darya Boronilo ©
Uno de los tipos de viñedos más espectaculares del mundo se creó hace más de 250 años y todo ello sólo con manos humanas. La historia se remonta a la década de 1730, cuando se produjeron erupciones volcánicas masivas y toda la región quedó cubierta de ceniza. Se perdieron hectáreas de tierras fértiles, pero convirtiendo la debilidad en fortaleza, la gente vio la ceniza como una bendición y empezó a plantar viñas. Los suelos volcánicos aportaron notas minerales a los vinos de la isla, mientras que las condiciones climáticas, con un buen contraste térmico entre el día y la noche, tan importante para la calidad de la uva, aportaron beneficios adicionales, como una frescura y complejidad especiales. En la actualidad, estos viñedos forman parte del Paisaje Protegido, que no debe modificarse ni dañarse en modo alguno.
Una fusión de arte, vino y naturaleza
Nada más poner un pie en la isla, noto los colores únicos de sus paisajes volcánicos, que contrastan con el azul del Atlántico. Aquí la naturaleza convive con el arte. La isla de Lanzarote, como lugar de inmensa belleza, debe gran parte de su carácter al artista César Manrique. Pintor, escultor y arquitecto, Manrique se dedicó a preservar el entorno único de la isla a través de su arte. A medida que avanzo por el camino de tierra negra y roja, veo casas, restaurantes e incluso bodegas, todo completamente encalado. La idea arquitectónica en Martinica es contrastar esta, con toda la tierra oscura del paisaje lunar.
Gracias a los esfuerzos de Manrique, los visitantes pueden experimentar una serie de lugares atmosféricos, desde la Casa del Volcán (la propia casa de Manrique) hasta el Mirador del Río, con sus impresionantes vistas de la isla de La Graciosa. Otros lugares destacados son los tubos de lava de Jameos del Agua, la cueva de Los Verdes, donde podrá asistir a conciertos, y un jardín con más de 7.000 cactus. En cualquier rincón de la isla se percibe la fusión de arte y naturaleza que consiguió Manrique. También es un placer descubrir el estilo de vida tradicional de Lanzarote, con sus galerías de arte y pueblos con encanto como Teguise, lleno de talleres artesanos. El tiempo parece haberse detenido, y aquí el viajero puede relajarse visitando los museos, cuevas y playas desiertas de la isla, degustando sus excepcionales vinos y conociendo las tradiciones vitivinícolas locales que hacen de este lugar un sitio tan único.
Variedades de uva singulares
Un dato interesante que hay que saber sobre Lanzarote es que, gracias a los suelos volcánicos, las Islas Canarias han evitado la enfermedad de la filoxera. De este modo, muchas de las variedades que se perdieron en la Europa continental se salvaron aquí desde el siglo XV, muchas de las cuales han mutado y dado lugar a otras nuevas. Las variedades dominantes en Lanzarote, que destacan por su particular carácter mineral y su frescura, estas son Malvasía Volcánica, Moscatel, Diego y Listán Blanco. La Malvasía Volcánica es una variedad de uva blanca típica del vino de Lanzarote. La uva Malvasía llegó a Lanzarote tras las erupciones del siglo XVIII, adaptándose perfectamente al paisaje y creciendo hasta convertirse en una variedad propia. La variedad, Malvasía volcánica es un cruce entre Malvasía y otra variedad canaria, Marmajuelo, y sólo se puede encontrar en esta isla volcánica. Gracias a esta variedad, reconocida por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) como variedad única, el vino canario se situó por primera vez en el mapa vitivinícola mundial.
Bodegas que superan las expectativas
Comencé mi viaje vinícola por Lanzarote en la Bodega Rubicón, una finca con una larga historia que se encuentra entre las mejores bodegas de la isla. Sus raíces agrícolas se remontan al siglo XVI, y su actual propietario, Don Germán López Figueras, la adquirió en 1979 con el sueño de dedicarse a su gran pasión: hacer vino. Girando la copa con el emblemático Rubicón semidulce, tuve la oportunidad de admirar el impresionante paisaje desde la gran terraza de la bodega.
Mi siguiente parada fue El Grifo, la bodega más antigua de Canarias y una de las diez más antiguas de España. La bodega tiene algunas vides del siglo XIX, plantadas en grietas de lava, rodeadas de altos muros hechos a mano para protegerlas del viento. Mientras recorro la histórica propiedad, la guía nos cuenta las palabras que una vez escuchó de un bodeguero visitante: "Creía que era un buen bodeguero, pero ahora comprendo que no, tengo todo lo que necesito para producir vino fácilmente. Los grandes bodegueros están aquí, consiguen producir vino con tantas dificultades". Mi visita terminó en el gran museo del vino y el jardín de cactus de El Grifo.
Revelando las delicias del enoturismo en Lanzarote
El clima y la geografía de Lanzarote confieren a sus vinos unas características únicas reconocidas en todo el mundo. Con denominación de origen propia, los vinos de la isla han forjado un gran interés por el enoturismo en la isla. Las bodegas de la isla están muy cerca unas de otras, lo que resulta ideal para quienes les gusta explorar o quieren dedicar un día a descubrir una ruta específica del vino en Lanzarote. Sugiero dos rutas del vino: La primera te lleva por La Geria, donde conocerás la forma tradicional de elaboración del vino local. Durante el recorrido, aprenderá más sobre cómo se puede llegar a las aguas subterráneas, las cosechas tempranas que empiezan ya en agosto y los importantes y resistentes ayudantes: ¡los camellos!
La segunda ruta le llevará al norte de la isla, donde podrás visitar la Bodega de las Nieves y degustar algunos de sus premiados vinos. Y no se vaya de la isla sin participar en experiencias enoturísticas locales realmente únicas, como la cata de vinos envejecidos bajo el agua, la participación en la vendimia nocturna y la vendimia en camello con celebraciones tradicionales.
Un testamento a los placeres de la vida
Enclavada en medio de impresionantes paisajes y adornada con extensos viñedos, Lanzarote es un paraíso encantador tanto para los entusiastas del vino como para los aficionados a la cultura. Embárquese en un viaje sin igual mientras explora las profundidades de su rica gastronomía y se sumerge en el vibrante tapiz de su cultura única. Con cada sorbo de sus excepcionales vinos, meticulosamente elaborados a partir de la tierra volcánica de la isla, descubrirá una sinfonía de sabores que bailará en su paladar y le dejará con ganas de más. Cada momento que pase aquí es un testimonio de los placeres de la vida, una invitación a saborear cada sorbo, cada bocado y cada interacción. Así que no se demore, porque este extraordinario destino le invita a embarcarse en una aventura que le removerá el alma. Viaje a Lanzarote y sumérjase en el incomparable encanto y atractivo de este destino vinícola único.
Salud!